sábado, 28 de mayo de 2016

Un panorama de la literatura juvenil LGBTI en Argentina

Es genial que en la literatura juvenil ya haya personajes gays, lesbianas y transexuales. Sin embargo, todo lo que nos llega a Argentina es importado y ha sido publicado por sellos grandes (polo comercial, diríamos en la jerga editorial). Esto implica el peligro de considerar la representación de personajes LGBTI como una moda pasajera, tal como lo fueron las escuelas de magia, los vampiros y como lo están siendo las distopías. Y tengamos en cuenta que en nuestro país recibimos las modas con cierto retraso, ya que surgen en Estados Unidos y antes de llegar acá llegan a España.
Lo curioso es eso: que quienes están publicando estos títulos son editoriales del polo comercial. Hace unos años, la mayoría de la literatura juvenil comercial era fantasía. Desde hace poco, como el "público original" ya creció, se le está dando más cabida al realismo. Y allí nos encontramos con temas como la homosexualidad, la identidad de género, siempre de la mano de una mirada al mundo, un destello de contenido social.  
Normalmente, son las editoriales independientes las que publican temas como padres divorciados, chicos criados por sus abuelos, chicos con capacidades especiales, etc. ¡Pero estas novelas LGBTI son YA! Y las únicas que publican YA en Argentina son las editoriales grandes.
 Intentando detectar el origen de la tendencia, y pueden decirme si me equivoco a o no, la detecto en lo que fue:
La publicación de Cazadores de sombras por Planeta en el año 2009. Cazadores de sombras: ciudad de hueso fue la primera novela juvenil comercial en ofrecer dos personajes homosexuales bajo una luz positiva y sin estereotipos: Magnus Bane y Alexander Lightwood. 



 El primer libro de Cazadores de sombras, llegado a nuestro país en 2009

La primera escena de su primer beso no se publicó en el libro, sino que la autora lo ofreció gratuitamente en su web. Desconozco los motivos por los que el beso no fue incluido. Aparentemente, la escena fue recortada del texto original. Cazadores de Sombras no solo muestra dos personajes gays/bisexuales, sino que los muestra en un romance. La aceptación de la pareja por los fans es impresionante y en la serie de televisión, su relación tiene incluso más protagonismo que la pareja principal.



Beso «Malec» en el capítulo 12 de la serie Shadowhunters


Otra publicación clave fue la de La ventajas de ser invisible, de Stephen Chbosky, que incluso fue llevada al cine.

Considero estas dos publicaciones como los detonantes, las semillas de lo que hoy tenemos en las mesas de novedades: parejas homosexuales secundarias que tuvieron aceptación y que llevaron a estas parejas a ser protagonistas.

También tenemos que agradecerle a David Levithan, que quizá sea el mayor exponente de literatura LGBTI juvenil del mundo y que también es editor de YA. A Levithan lo recibimos de la mano de John Green en Will Grayson, Will Grayson. Particularmente, yo considero que Levithan es bastante superior a Green, pero Green es más famoso acá, no podemos negarlo. En la cubierta de Dos chicos besándose hacen referencia a Green para decir que Levithan coescribió Will Grayson, Will Grayson junto a él.

Compras de mayo. Tres libros juveniles de temática LGBTI en la misma librería y en mesa de novedades. De derecha a izquierda: Dos chicos besándose, El chico de las estrellas, El arte de ser normal.


Los personajes transexuales también se dejan ver, poco a poco. En Dos chicos besándose tenemos a un varón trans; y El arte de ser normal, de Lisa Williamson abarca de lleno de la transexualidad de dos adolescentes de 14 años.
Las novelas no tienen pelos en la lengua a la hora de hablar acerca de la homosexualidad o la transexualidad o incluso de temas que podrían considerarse tabú en la literatura juvenil:
Cooper (Dos chicos besándose) vive todos los días en la red social Tindr y chatea con hombres que le hacen mil y una promesas de lo que "van a hacerle" cuando se encuentren.
Dante le pregunta a Aristóteles si se masturba (Aristóteles y Dante...).
Alec y Magnus están en la cama, a punto de mantener relaciones sexuales (Ciudad de las almas perdidas).
Tiny Cooper se desmaya de la borrachera (Will Grayson, Will Grayson).
Charlie se droga con LSD (Las ventajas...).
Charlie fue víctima de abuso sexual  (Las ventajas...).
Brad y Patrick son sorprendidos teniendo sexo (Las ventajas...).
Dante afirma que le gustó la marihuana (Aristóteles y Dante...).
Trecth se masturba en la cocina de Matt (Todo puede suceder). 
Jude lamenta haber perdido la virginidad a los 14 años (Te daría el mundo).
El hermano de Aristóteles es un asesino (Aristóteles y Dante...).
 

La imagen de cubierta coreana de Aristóteles y Dante...


Afortunadamente, leí reseñas de todos los libros que mencioné en muchísimos blogs juveniles y no hallé ninguna opinión homofóbica o transfóbica de parte de los jóvenes. Al contrario, observé una aceptación, un interés y una curiosidad asombrosa. Es un público de una clase social determinada, chicos que eligieron leer antes de otros pasatiempos; eso ya nos dice algo. Tampoco hay que pecar de inocente: son libros que están de moda y los adolescentes suelen seguir estas modas. Lo cual no es bueno ni malo en sí mismo.

Todo lo que ha llegado hasta nosotros ha sido traducido, con la excepción de El chico de las estrellas, de Chris Pueyo (Planeta, mayo 2016). Chris era muy conocido en las redes sociales y en su libro, de carácter autobiográfico, nos cuenta las duras experiencias que le tocó vivir desde pequeño por causa de ser gay. Aunque como dice La Trotamundos en el siguiente video, si estos libros colaboran a hacer de este mundo un lugar mejor, ¡bienvendidos sean!





No soy ajena a los diversos perfiles editoriales y a lo que lleva a las editoriales a publicar X título. Tampoco soy a ajena a la situación que está atravesando el sector editorial hoy en día, y lo riesgoso que siempre es no seguir las tendencias que están claras, tanto de autores como de temáticas. Hasta de las estéticas de las imágenes de cubiertas. Si siguen la literatura juvenil comercial (YA) aunque sea mirando mesas de novedades, se habrán dado cuenta: todas esas portadas con círculos en el centro y un símbolo adentro son distopías. La estética la estableció Los juegos del hambre.

Pero adivinen qué. Los personajes y la literura LGBTI están de moda. O es tendencia, como más les guste. Solo queda esperar que alguna editorial o sello nacional se arriesgue por un autor, conocido o no. Da lo mismo. Y sería genial que las editoriales independientes comiencen a publicar novelas juveniles con adolescentes gays, trans y familias homoparentales.



Anexo de obras mencionadas y otras no mencionadas en orden cronológico de publicación en nuestro país (si conocen otras, no duden en dejarme el título en los comentarios)

Saga Cazadores de sombras, Cassandra Clare (2009-2014, Planeta)
Las ventajas de ser invisible, Stephen Chbosky (2012, Alfaguara)
Will Grayson, Will Grayson, David Levithan y John Green (2015, Nube de tinta: sello de Penguin Random House)
Aristóteles y Dante descubren los secretos del universo, Benjamin Alire Sáenz (agosto 2015, Planeta) 
Te daría el mundo, Jandy Nelson (mayo 2015, Alfaguara) 
Todo puede suceder, Will Walton (septiembre 2015, V&R)
El arte de ser normal, Lisa Williamson (mayo 2016, Planeta)
Dos chicos besándose, David Levithan (mayo 2016, V&R)


De próxima publicación

Carry On, Rainbow Rowell (Alfaguara)

1 comentario:

PsicodelicKarma dijo...

Lo de la moda/tendencia es un tema complejo. Gran parte de mi se alegra. Esperemos que lleguen más obras y que se publique más en español como idioma original.

Muy bueno el post. Saludos