viernes, 10 de febrero de 2017

Yo reseño: El señor de la noche, de Tanith Lee

Autora: Tanith Lee
Año de publicación: 1986

Sinopsis:

En esos días la Tierra no era una esfera y los demonios moraban en vastas cavernas mágicas bajo la superficie. Maravillosas ciudades punteaban la Tierra, y pueblos extraños y bestias fabulosas vagaban por los desiertos y las junglas del mundo. Supremo entre esos poderosos demonios era Azhrarn, El Señor de la Noche, que desencadenaba pesadillas en la Tierra, traía el deseo y el peligro a aquellos a quienes le divertía visitar, y podía conceder maravillas y crear horrores indecibles.


El Señor de la Noche está compuesto por tres "libros" que, a su vez, están formados por pequeñas historias. Los relatos me recordaron mucho a mis amadas Las mil y una noches, tanto por el estilo narrativo como por el mundo maravilloso que introduce. Los tres libros son «Luz subterránea», «Embusteros» y «El encanto del mundo». Cada libro está dividido en dos partes y cada parte está formada por tres historias que van cronológicamente en orden.

Azhrarn es el Príncipe de los Demonios, amo y señor del Mundo Inferior y gobernante de Druhim Vanashta. Vive cómodamente en su oscuro palacio, con sus servidores, los Eshva y los Vardru, y acepta los obsequios de los Drin, demonios menores y de apariencia desagradable que fabrican joyas y adornos.

Como explicita este párrafo, Azhrarn es bisexual:

[Azhrarn] Se hallaba en alguna diversión o juego del Mundo Inferior, algo que le había apartado del mundo durante un año o dos, cuatrocientos años de los mortales o más. Se trataba de algún bello muchacho, alguna mujer fabulosa, otro Sivesh, otra Zorayas, o alguien que había creado para él mismo...


Azhrarn ama la maldad y se divierte bajando al mundo humano a sembrar en él la semilla del odio, el rencor y la tragedia. Sin embargo, Azhrarn ama la belleza quizá más que la maldad y eso, a lo largo de todos los relatos, lo lleva a tomar decisiones un tanto desacertadas para el Príncipe de los Demonios.

Una noche, Azhrarn, el Príncipe de los Demonios, uno de los Señores de la Oscuridad, adoptó para divertirse la forma de una gran águila negra. Voló hacia el este y el oeste, batiendo sus vastas alas, hacia el norte y el sur, hacia las cuatro esquinas del mundo, pues en esos días la tierra era plana y flotaba sobre el océano del caos.


El primer libro, «Luz subterránea», tiene como protagonista a Azhrarn y a Sivesh, un hermoso joven humano que el demonio rescata de la muerte cuando era tan solo un bebé recién nacido. Azhrarn, profundamente maravillado por la hermosura del chico, lo deja al cuidado de sus doncellas Eshva y, cuando crece lo hace su amante:

...Azhrarn sopesó una vez más la adulta y virginal belleza de su invitado, acariciando el cuerpo de marfil, y peinando con los dedos la cabellera ambarina que había adorado. El joven yacía aturdido por el éxtasis bajo el contacto del Demonio.


En este libro aparece Kazir, un joven ciego capaz de curar a las personas, quien se enfrentará a Azhrarn para ir en busca de su amada y profetizará lo que el demonio tanto teme.

El segundo libro, «Embusteros», cuenta la historia de Zorayas, la última hija de un poderoso rey que sobrevivió a la masacre y que creció en las montañas, junto a un anciano ermitaño. La desafortunada y poco agraciada Zorayas, luego de enterarse de quién fue su padre, decide alzarse contra los hombres que la han humillado y gracias a la magia de Azhrarn, se convierte en una mujer de deslumbrante belleza y terrible maldad.

«El encanto del mundo» narra la vida de dos jóvenes, Shezael y Drezaem, quienes poseen solo la mitad de un alma que el malvado Azhrarn dividió para vengarse de una mujer que no sucumbió a sus encantos. Shezael, muda y taciturna, solo posee la parte femenina; y Drezaem, violento y desequilibrado, la parte masculina. En este relato se retoma parte del primer libro, la profecía del ciego Kazir.

La narración es mágica y poética. Te sentís transportado al Mundo Inferior y al mundo de los humanos por donde se pasea Azhrarn haciendo de las suyas. Los relatos están cargados de referencias mitológicas; hay influencias judeo-cristianas, como el árbol del bien y del mal, el personaje de la serpiente-demonio, la inmaculada concepción; egipcias, como el mito de Isis y Osiris, en las últimas páginas; y griegas, como el mito de Eurídice y Orfeo, y su descenso al inframundo. Al igual que en Las mil y una noches, los personajes son reyes, ermitaños, ancianos sabios, trovadores, bellas doncellas, muchachos hermosos, hechiceros y objetos encantados.

Realmente, es un libro maravilloso que me atrevo a recomendarle a todo aquel que haya disfrutado de Las mil y una noches.