miércoles, 20 de diciembre de 2017

Yo reseño: Para acabar con Eddy Bellegueule, de Edouard Louis


Título: Para acabar con Eddy Belleguele
Autor: Édouard Louis
Formato: rústica   
Páginas: 192
Editorial: Salamandra
ISBN: 9788498386486
   
Sinopsis:

Salí corriendo de repente. Sólo me dio tiempo a oír a mi madre, que decía Pero ¿qué hace ese idiota? No quería estar con ellos, me negaba a compartir con ellos ese momento. Yo estaba ya lejos, había dejado de pertenecer a su mundo, la carta lo decía. Salí al campo y estuve andando gran parte de la noche: el ambiente fresco del norte, los caminos de tierra, el olor de la colza, muy intenso en esa época del año. Dediqué toda la noche a elaborar mi nueva vida, lejos de allí. 

«La verdad es que la rebelión contra mis padres, contra la pobreza, contra mi clase social, su racismo, su violencia, sus atavismos, fue algo secundario. Porque, antes de que me alzara contra el mundo de mi infancia, el mundo de mi infancia se había alzado contra mí. Para mi familia y los demás, me había convertido en una fuente de vergüenza, incluso de repulsión. No tuve otra opción que la huida. Este libro es un intento de comprenderla.» 
Édouard Louis 

***

Pocas veces un libro me dejó un sabor tan amargo y desagradable. Para acabar con Eddy Belleguelue es una novela autobiográfica y saberlo hizo que el sabor agridulce se transformara en agrio; o en amargo, como dije. Vamos a la reseña y les cuento por qué.

Eddy es un niño que vive en un pueblo obrero de Francia, un pueblo muy muy pobre. Allí, los hombres se dejan la salud trabajando en la fábrica metalúrgica y las mujeres tienen que conformarse con la maternidad (muchas veces temprana) y las tareas de la casa; en la propia o en las de los demás. La familia de Eddy no es la excepción. Su padre trabaja en la fábrica y continuamente sufre de dolores de espaldas que lo dejan echado en la cama temporadas enteras; y su madre ha quedado relegada a las tareas del hogar. 

Eddy es un niño afeminado y continuamente sufre tanto el acoso de sus compañeros de escuela como el de su propia familia: algo raro hay en él, ya que no se comporta como un hombre. Su voz es más aguda, mueve las manos al hablar y camina meneando las caderas. Eddy afirma que de su infancia no tiene ningún recuerdo positivo. Palabras realmente muy duras. 

Para Eddy, como para muchos niños y adolescentes homosexuales o trans, la huida es la única opción.

No es necesario leer entre líneas para darse cuenta; ya en la sinopsos advertimos que esta huida es al mismo tiempo: la huida de la homofobia que sufre en su pueblo y la huida de la pobreza. Sin embargo, el rechazo que siente el personaje por la pobreza, al menos superficialmente, no se basa en la injusticia social sino en la vergüenza de ser pobre:

Todavía me está costando dolores tremendos y noches sin dormir esa negligencia de mi familia y de mi clase social, y ( ... ) algunos compañeros me preguntaban Pero ¿por qué no te llevaron tus padres a un ortodoncista? Esas mentiras mías. Les contesté que mis padres, unos intelectuales que se pasaban un poco de bohemios, le daban tanta importancia a mi formación literaria que descuidaron a veces los temas de salud.

Si hay algo que no me gusta encontrarme ni en la vida real ni en un libro, aparte de la LGBTfobia, es el clasismo. Y hablo muy en serio: he terminado de relacionarme con gente por ese motivo. Quizá por eso la novela, sinceramente, no me gustó. Me inquieta mucho el clasismo cuando lo veo en otras minorías.

Eddy no solo decide huir de su pueblo, sino también de su clase social, repudiándola:

Los finales de mes en que a mis padres no les llegaba el dinero para comprar carne, comíamos pescado varios días seguidos. De ahí me viene este asco. En la actualidad me repugna ese plato tan apreciado en los ambientes a los que he conseguido llegar.

En fin. Una historia muy dura, tristemente realista. El resultado de lo que el odio produce en las personas: más odio.

Si se preguntaron el porqué del título, Para acabar con Eddy Bellegueule, hay que encontrarlo en la vida real del autor, ya que es una metáfora: Eddy Bellegueule se cambió el nombre a Edouard Louis.

viernes, 1 de diciembre de 2017

Yo reseño: El fuego en el que ardo, de Mike Lightwood

Título: El Fuego en el que ardo
Autor: Mike Lightwood
Editorial: Neo
Número de páginas: 384
Sinopsis:

Ser gay puede complicarte mucho la vida. ¿Todas esas películas y series que te cuentan lo maravilloso que es ser gay? ¿Estar rodeado de compañeros modernos en el instituto que te quieren como eres? ¿Padres que te apoyan incondicionalmente? Todo es mentira. La realidad no es esa. Al menos, no la del protagonista de esta historia, que vive un auténtico infierno por culpa de aquellos que no lo aceptan como es. Pero, cuando las cosas se complican de verdad, conoce a un chico de ciudad con una visión del mundo completamente distinta. Con su ayuda, deberá escoger entre dejarse consumir por las llamas de quienes lo odian o renacer de sus propias cenizas.


***


Ya se ha hablado mucho de este libro. Y por las reacciones que leí en Goodreads y en blogs, puedo decir que es uno de esos libros que sea aman o se odian. Obvio, hay puntos intermedios, pero la gran mayoría se divide en esos polos. ¿Y yo? Yo no soy de la mayoría, así que estoy en el medio, jaja. Chistes aparte, comencemos con la reseña.

Óscar es un chico de dieciséis años que vive en un pueblo de España. Vive con su padre, un hombre maltratador que continuamente lo ataca verbalmente y en ocasiones físicamente; y su madre, quien acepta de forma pacífica y resignada el maltrato de su marido. María, la hermana del protagonista, se fue de la casa hace un tiempo, cansada de su padre.

Óscar sufre bullying por ser gay. Algo ha ocurrido en el pasado (algo relacionado con su examigo Darío) que en la actualidad ha provocado que en su escuela sea el blanco de burlas y hasta de violencia física. No sabemos muy bien qué pasó, pero lo sospechamos. Y luego, nuestras sospechas se confirman. Por suerte, Óscar cuenta con el apoyo de Fer, su mejor amigo (con quien antes conformaban un trío de amigos: Óscar, Darío y Fer). 

La constante tensión en que vive Óscar lo ha llevado a automutilarse. Cortarse con maquinitas de afeitar. Nadie sabe de esto, ni siquiera Fer. Para intentar defenderse de sus agresores, Óscar se anota en clases de judo, donde conoce a Sergio, el chico que lo salva de su infierno.

Bueno, hasta acá el argumento principal y lo que puedo contar sin ser spoiler. 

Se ha dicho que este libro trata de forma muy superficial el tema de la automutilación. No conozco el asunto, pero sí puedo afirmar que trata de manera muy superficial la depresión que ha llevado a Óscar a automutilarse. Eso lo comparto. Sin embargo, también se le critica que sea una persona (en este caso, el novio), quien salva al protagonista de su depresión y que el personaje no supere sus problemas por su cuenta. Se le ha criticado que sea pasivo, que acepte el acoso al que es sometido. Y esta sí que no me parece una crítica válida. Creo que el público se ha acostumbrado tanto a los personajes "fuertes" de las novelas fantásticas (Harry Potter, Katniss Everdeen, por nombrar un chico y una chica), que esperan lo mismo de las novelas realistas actuales (antes no había tanta YA realista). En una reseña leí esto "su problema no es ser gay, su problema es que es tonto". No sé si la persona que hizo esta reseña es muy joven o si vivió su vida en una torre de cristal (o si sencillamente su objetivo es hablar mal del libro por algún motivo X), pero acusar de tonto a la víctima del acoso me pareció demasiado. Echarle la culpa a la víctima es uno de los mecanismos más perversos de la violencia. Chicos y chicas se suicidan por culpa del acoso LGBTfóbico. Y salir de la depresión no es algo que se pueda hacer por uno mismo. Se necesita terapia, apoyo familiar, apoyo de los amigos y en ocasiones medicación psiquiátrica.

Y desde luego, no será suficiente con un romance de pocas semanas que se da de un día para el otro. 

Porque el romance entre Óscar y Sergio se da rápido y de forma superficial. Sergio es el estereotipo del chico perfecto... Pero bueno, la novela está narrada en primera persona y el lector recibe solo la perspectiva del protagonista y la perspectiva de Óscar es esa: Sergio es perfecto y es su héroe. Y la novela termina cuando aún están en la etapa del enamoramiento (que los psicológos afirman que dura, como mínimo, un año). Sí, Oscar necesita lo que Sergio pueda darle. Necesita ese romance para superar su depresión. Pero se habría agradecido que el asunto se tocara de forma más realista/adulta. En síntesis, el poder curativo del amor en la novela está exagerado. 

También me causó mucha bronca que se criticara a la madre por lo mismo que a Óscar, por ser sumisa y aceptar pasivamente el maltrato del padre. Y es que no puedo entender que, en un momento donde la lucha por la violencia de género está tan vigente, se siga culpando a la mujer por soportar esta violencia. Lamentablemente, la madre de Óscar es un caso típico: no trabaja y depende económicamente de su marido. Y a eso se le suma el "acostumbramiento psicológico" que padece. No es fácil ser fuerte. Ser débil, en todos los aspectos de la vida, siempre es más fácil y cómodo. No es fácil soltarse las cadenas y salir al mundo para sobrevivir por uno mismo.

Por otro lado, la novela cae en los tópicos de persona buena/mala. El padre de Óscar es malo. Los acosadores de Óscar son malos. Fer es bueno, Sergio es bueno. En ese aspecto, el desarrollo y la profundidad de los personajes se quedó en la superficie. Quizá el personaje más interesante de la novela sea Darío, a quien no terminamos de conocer. Me habría gustado conocer más al padre de Óscar y quizás entender el porqué de tanta violencia gratuita. Me habría gustado conocer más a Sergio y que se saliera de su molde de chico perfecto para mostrarnos sus defectos.
Pero bueno, no se puede negar que la historia, a pesar de ser tan idealizada, transmite cierta esperanza.

Yo compré el libro digital, así que eché de menos ver la maquetación, que ya en el eBook es muy bonita. ¡Me imagino que el libro de papel debe ser una hermosura! Hay ilustraciones, posts del blog del prota y chats de whatsapp. Quizá en el libro se abusa un poco del recurso del chat, pero de verdad que leer las conversaciones entre Sergio y Óscar, aun cuando hablan de banalidades que nada aportan a la historia (como la mayoría de nuestras conversaciones de wasap, me temo), me tuvo sonriendo como boba :)

Cambiando el tema, quiero hablar de las reacciones que leí en blogs acerca de este libro. Algunas me dejaron tristemente sorprendida. Y es que advierto que mucha gente ya lo odiaba incluso antes de que saliera a la venta. Hay reseñas donde lo destrozan de forma descarada y maleducada; incluso faltándole el respeto al autor. Y no es necesario decirle "hija de puta" a una persona para insultarla, ¿me entienden? Realmente, me entristece mucho ver tanto hater, tanto odio gratuito... y más cuando se refiere a una persona que está contando una historia de acoso homofóbico. Realmente no lo entiendo.

En fin.

Luego de esta reseña, cada uno elegirá si leerlo o no.

Por último, no puedo hacer más que desearle mucho éxito a Mike Lightwood, que no haga caso a los haters y que siga escribiendo literatura LGBTI :)

viernes, 10 de noviembre de 2017

Yo reseño: George, de Alex Gino

 


Título: George. Simplemente sé tú mismo
Autor: Alex Gino
Editorial: Nube de Tinta (Penguin Random House)
Año: 2016
Páginas: 189

"Cuando la gente ve a George, cree que es un niño. Pero ella saber que no es verdad. George sabe que es una niña."


Y esa es la breve sinopsis de George, novela infantil de Alex Gino. Sí, digo novela infantil porque no me pareció una novela que pueda englobarse dentro del YA, aunque se la esté vendiendo como tal. Es muy cortita: apenas llega a las 180 páginas con una tipografía grande y un interlineado amplio. Calculo que no pasaría las 130 si le hubieran puesto una tipo y un interlineado normal. ¡Pero vamos con la historia!

George pensó por un momento en besar a un chico, y la idea la hizo estremecerse. Vivir en la época de Shakespeare no parecía tan malo, aunque tuvieras que salir de casa para cagar.

George tiene diez años y es una nena transexual. Colecciona revistas de chicas, siente afición por el maquillaje y sabe que está encerrada en un cuerpo que no es el suyo. George vive con su madre y su hermano mayor, Scott (sus padres están divorciados). Solo ella sabe que no es un chico, ni siquiera se lo ha contado a Kelly, su mejor amiga. Un detalle no menor es que se refiere a sí misma todo el tiempo en género femenino, algo muy importante para comprender al personaje (cosa que no ocurre con la chica trans de El arte de ser normal). Un día, en la escuela van a representar La telaraña de Carlota y George no quiere el papel de un chico: quiere ser Carlota.

Pero nadie sabe que George es una chica, así que conseguir el papel le resulta complicado. Sus padres y su hermano piensan que George es gay. Tal vez, si consiga representar bien a Carlota, se den cuenta de que es una chica. Y con la ayuda y la complicidad de Kelly, seguramente lo logre.

Como dije, es una novela infantil (para chicos de entre 8-14 años, diría yo) y quizá la gente más grande no pueda disfrutarla de la misma forma, ya que es una historia bastante sencilla. Al menos a mí me pasó eso, ya que no formo parte del público objetivo de la obra.

—A veces, las personas transgénero no tienen derechos.

Sin embargo, frases como esta te llegan. Y es triste que George, tan chiquita, ya lo sepa. Seguramente ni siquiera acaba de entenderlo. 

La considero una novela perfecta para trabajar con niños y preadolescentes el tema de la transexualidad y la identidad de género. Se lee rápido y el personaje de George es una ternura. También nos acerca a la que seguramente es la realidad de los padres de niños trans: inseguridad, miedo, confusión.

Definitivamente, un libro que no puede faltar en una biblioteca escolar.

viernes, 13 de octubre de 2017

Yo reseño: De camino al final, de Christopher Barzak

Título: De camino al final
Autor: Christopher Barzak
Editorial: La Factoría de Ideas
Páginas: 316 pages
ISBN: 9788498005448

Sinopsis:

Adam McCormick acababa de cumplir quince años cuando el cadáver fue encontrado en el bosque. Así comienza el otoño que cambiará su vida para siempre. Jamie Marks era un chico muy parecido a Adam, un chico al que nadie prestaba demasiada atención; un chico al que casi nadie iba a echar de menos. Es entonces cuando, por primera vez, Adam siente que tiene un objetivo. Ahora más que nunca, Jamie necesita un amigo. Pero mientras Adam siga aferrado al fantasma de Jamie, su amigo seguirá atado a un mundo al que no pertenece... y los lazos que unen a Adam con la vida serán cada vez más frágiles. Para encontrar su camino de vuelta, Adam debe aprender por sí mismo el verdadero significado de estar vivo.


***

Nuestro protagonista es Adam McCormick, un chico que se encuentra en esa etapa de la adolescencia en la que se tiene un pie en el mundo de los adultos, en la que comienza a preguntarse los porqués de las cosas, a criticarlas, a burlarse de todo. Está en busca de su lugar en el mundo y, para él, ese lugar no existe.  

Adam tiene quince años y vive con su familia en un pueblito de Ohio. Su familia está compuesta por su padre, su madre y su hermano mayor, Andy. Las cosas no andan bien en la familia. Sus padres discuten muy seguido (casi siempre por cuestiones de dinero) y luego de una de esa peleas, su madre tiene un accidente de coche y se queda paralítica. La culpable del choque es Lucy Hall, una mujer de la que su madre se hará amiga y que de un día para el otro se insmiscuirá en sus vidas.

Y como bien decía la abuela de Adam, las tragedias llegan de a tres. La segunda es el hallazgo del cuerpo sin vida de Jamie Marks, un compañero de clases de Adam. Jamie era un chico que pasaba desapercibido y del que sus compañeros solían burlarse porque seguía siendo boy scout a sus quince años. Quien encuentra el cuerpo es Gracie Highsmith, una chica de una familia acomodada.

A partir de ese momento, Adam se encontrará con el fantasma de Jamie y formará con él una estrecha amistad, un vínculo que no tiene con ninguna persona viva. Jamie lo llevará a través de los espacios muertos, le hará conocer a Frances la Flipada (un fantasma del pueblo) y, de vez en cuando, le pedirá alguna palabra para poder mantenerse ¿con vida? Su mayor temor es acabar como un hombre sin piel: almas errantes que han consumido toda su humanidad y que vagan eternamente por el mundo de los vivos. La narración está llena de escenas y momentos surrealistas que la hacen parecer más una novela de realismo mágico que de fantasía: Adam y Jamie vagan por el mundo de los muertos, que se entremezcla con la dimensión de los vivos, y en ocasiones no podemos saber si los personajes que se encuentran en su camino están vivos o muertos.

Bueno, ahora es cuando se lo digo: la novela tiene cierto contenido homosexual :) Si bien Adam comienza una relación sentimental con Gracie Highsmith, también comparte cierta intimidad con Jamie; con el fantasma de Jamie, en realidad.

Se inclinó y me besó en la boca, y una enorme luz blanca apareció sin que yo la imaginara. Me cegó durante un segundo, y parpadeé hasta que pude mirarla directamente. Me di cuenta de que era la luna.

Y nos preguntamos... ¿Por qué está el alma de Jamie atada a este mundo? ¿Por qué no puede cruzar ese túnel que atraviesan las almas que están en paz?

—Siempre me gustaba verte correr —dijo—. Tenías esa cosa. Era como leer un poema. Corrías como si fueras el verso de un poema.
No supe qué decir, así que lo abracé.
Y la respuesta es tan obvia que tal vez Adam no se da cuenta: Jamie está enamorado de él. Y ese amor inconcluso que no pudo darse cuando estaba vivo, se da ahora que está muerto. Pero Jamie tiene que comprender que Adam está vivo y que no puede arrastrarlo a la muerte con él. Esa es la mayor prueba de amor: aceptar que Adam pertenece al mundo de los vivos y dejarlo vivir su vida.


No podía evitar coger sus cumplidos y guardarlos en un bolsillo privado y sentirme bien por las cosas que me decía. Cada vez que decía algo bonito, me halagaba de un modo que me resultaba extraño y maravilloso. Quería escuchar más y más.         

Sin embargo, algún día se reencontrarán. Ambos lo saben.

Por supuesto, les recomiendo mucho esta novela. No se esperen leer el gran romance... sin embargo, yo creo que es una historia de amor que no necesita grandes declaraciones ni pomposidades para ser hermosa.


Una frase:

—Tú no eres raro —dijo, levantando la mirada del periódico—. Son ellos. Ellos son los raros. Solo que ellos te superan en número. Que sean más no los convierte en normales.
Aparentemente, por lo que pude leer en un par de entrevistas, el autor de la novela, Christopher Barzak, suele tocar en sus novelas temas relacionados con lo LGBTI. ¡Sin duda es un autor al que voy a seguirle la pista!

En 2014 se estrenó la peli del libro: Jamie Marks Is Dead. Pronto la reseñaré ;)





lunes, 12 de junio de 2017

Yo reseño: Rock, de Anyta Sunday

Título: Rock
Autora: Anyta Sunday
Publicado por:   Sunday Publications

Sinopsis:

Igneous
When Cooper’s parents divorce, he finds himself landed in Week About—one week with his mum and one week with his dad.
Only, it’s not just his dad he has to live with. There’s Lila, too: The other woman, the one who stole the rock-solid foundation of his life. 
And then ...
There’s Jace. Lila’s son. Lila’s smug, regurgitated-fish-scale-blue eyed son. 
All Cooper wants is to have his family back the way it once was, but there’s something about this boy that promises things will never be the same again. 

Sedimentary.
Resisting the realities of his new life, Cooper and Jace get off to a rocky start. But rocky start or not, after hundreds of shared memories together, they forge something new. A close ... friendship.
Because friendship is all they can have. Although it’s not like they are real brothers...

Metamorphic.
But how does that friendship evolve under the pressures of life?
Under pressures of the heart?



Leí esta novela gracias a una recomendación de un amigo de Facebook a quien le agradezco un montón que se haya tomado el tiempo de recomendarme esta maravillosa historia.

Estoy muy contenta de encontrar títulos juveniles LGTBI tan buenos, historias tan lindas, aunque sean en inglés. ¡Algunos títulos ya están en español y eso es fantástico!

Bien, ¡vamos a la reseña!


El mundo de Cooper, que comienza teniendo doce años, estalla cuando sus padres se divorcian. Su familia (conformada por su madre, su padre y su hermana) fuerte como esas rocas que tanto le gusta coleccionar, de repente queda destrozada.  David, su padre, tuvo otra mujer durante años, llevando una doble vida. Ahí está la otra, Lila, la culpable de todo, a quien Cooper y su hermana no pueden hacer más que detestar. Y ahí está Jace, el hijo de Lila. 

Durante años, Cooper y su hermana pasan sus meses repartiendo las semanas entre la casa de su padre y la casa de su madre.

Jace es un año mayor que Cooper y tiene un talento particular para tocar el piano (de ahí la portada). Cooper también, al principio, odia a su hermanastro. Sin embargo, pronto se da cuenta de que no puede odiarlo más: se transforman en amigos, mejores amigos. Por su parte, su hermana tarda mucho más en recuperarse.

La historia transcurre a lo largo de toda la vida adolescente de Cooper: lo vemos dejar de ser un niño para transformarse, con el correr de las páginas, en un hombre. Y lo mismo ocurre con Jace.

La novela traza con delicadeza, frescura y verosimilutud todos los hechos que se van sucediendo: Cooper saliendo del armario frente a su hermana, luego frente a su madre, y finalmente, ante su padre; Cooper y Jace adolescentes, temerosos e inexpertos en medio de su primer contacto íntimo; el último año de escuela de Cooper junto a sus dos mejores amigos, dos personajes entrañables; el miedo de Cooper al saber que pronto Jace se irá de su lado para ir a la universidad...

Su relación llega a un punto en que ambos son lo suficientemente maduros (y además, se conocen tan bien), que saben que están enamorados el uno del otro. Sin embargo, tienen miedo de ser hermanos por parte de padre (a pesar de que es casi seguro de que no lo son) y tienen miedo de la reacción de la familia. 

No se trata para nada de un novela rosa. Hay dolor en las páginas, hay tristeza, desesperación, rupturas, y sobre todo, tiempo y distancias... Y será, nuevamente, la ruptura de esa roca sólida que es la familia, la que traerá esta vez esperanzas para la relación de estos dos chicos ahora hombres.

Narrada en primera persona, Rock es una novela realista muy bella, una novela de descubrimiento en la que el lector disfruta del crecimiento de los personajes. Ojalá que pronto sea traducida al español.

viernes, 10 de marzo de 2017

Yo reseño: Two Boys Kissing, de David Levithan



New York Times  bestselling author David Levithan tells the based-on-true-events story of Harry and Craig, two 17-year-olds who are about to take part in a 32-hour marathon of kissing to set a new Guinness World Record—all of which is narrated by a Greek Chorus of the generation of gay men lost to AIDS. 

While the two increasingly dehydrated and sleep-deprived boys are locking lips, they become a focal point in the lives of other teen boys dealing with languishing long-term relationships, coming out, navigating gender identity, and falling deeper into the digital rabbit hole of gay hookup sites—all while the kissing former couple tries to figure out their own feelings for each other.


Tengo que agradecer a Melissa por haber hecho que me enterara de la existencia de este libro. Conocía a Levithan de nombre y sabía que escribe literatura juvenil e infantil y que tiene obras LGBT, pero no fue hasta que vi esta portada con este título cuando me animé a conocerlo como autor.

Esta mañana acabo de decir en mi perfi de Facebook que es la mejor obra LGBT que leí jamás. Y es así. Two Boys Kissing ya se ganó un lugar en mi corazón. 

La particularidad de este texto, y que hace a la historia y la narración tan particular, es su narrador: toda la novela está narrada en un nosotros que representa a la generación de hombres homosexuales que murieron de sida en Estados Unidos durante los años que duró la epidemia.

Es este narrador el que nos introduce a Craig y a Harry, dos exnovios de diecisiete años que pretenden romper el récord mundial del beso más largo; Ryan y Avery, un chico de pelo azul y un chico trans de pelo rosa respectivamente que se conocen en un baile gay; Neil y Peter, una pareja de dos chicos gays de quince años; y a Cooper, un muchacho de diecisiete años que huye de su casa cuando sus padres descubren que se pasa las noches en los chats gays.

Estos hombres, que ya están muertos, no pueden intervenir en la historia. Son apenas testigos silenciosos de la incomodidad que siente Avery al tener que orinar en un baño público; de la rabia de Ryan cuando los bullies les arruinan la tarde; de la desesperación de Neil por ser aceptado por sus padres; del dolor de piernas de Harry luego de un día entero de pie con sus labios pegados a los de Craig; de la soledad que siente Cooper frente a la pantalla de su celular... Son testigos silenciosos y desearían poder hablar, poder gritar, para acompañar a esos adolescentes en su soledad y hacerles saber que no hay nada de malo en ellos.

Stupid arbitrary shit. He needs to take those words to heart. There is power in saying, I am not wrong. Society is wrong. Because there is no reason that men and women should have separate bathrooms. There is no reason that we should ever be ashamed of our bodies or ashamed of our love. We are told to cover ourselves up, hide ourselves away, so that other people can have control over us, can make us follow their rules. It is a bastardization of the concept of morality, this rule of shame.

Two boys kissing relata cuarenta y ocho horas de las vidas de siete adolescentes LGBT estadounidenses, que bien podrían ser horas de las vidas de cualquier adolescente LGBT en cualquier parte del mundo. Aquellos que cuentan con la aceptación y el apoyo de sus padres. Aquellos cuya homosexualidad es un secreto a voces, algo que se sabe pero de lo que no se habla. Aquellos que aún están en el armario y no pueden, de ninguna forma, imaginarse salir de él. Aquellos que sufrieron una paliza por ser gays. Aquellos que tienen la fortuna de tener un novio. Aquellos que ni siquiera pueden imaginarse teniéndolo. 

Craig y Harry se besan frente a una multitud frente a su escuela secundaria y, en poco tiempo, su beso se vuelve una revolución a través de las redes sociales. Su beso me hace recordar a esos numerosos memes a los que les pongo "me gusta" sin dudarlo: some boys kiss boys, get used to it! Puedo imaginarme que ese mismo motivo llevó a la elección de esa portada, de ese título. La sociedad tiene que acostumbrarse a ver a dos chicos besándose, a dos chicas de la mano. Tiene que acostumbrarse de una vez por todas para que esos niños y adolescentes dejen de sufrir, dejen de ser golpeados, dejen de suicidarse. Para que todos podamos ser más libres, más felices:

We want to close our eyes. Why can’t we close our eyes? We who did nothing more than dream and love and screw—why have we been banished here, why hasn’t the world solved this by now? ( ... ) Why must we watch as a twelve-year-old puts a gun to his head and pulls the trigger? Why must we watch as a fourteen-year-old hangs himself in the garage, to be found by his grandmother two hours later? Why must we watch as a nineteen-year-old is strung up on the side of an empty highway and left to die? Why must we watch as a thirteen-year-old takes a stomach full of pills, then places a plastic bag over his head? Why must we watch as he vomits and chokes?
Why must we die over and over again?
Two Boys Kissing es una novela de la que nunca me voy a olvidar. De la misma forma, la recomiendo hoy y no me voy a cansar de recomendarla. Pero, como dije en FB: si lo que quieren es escenas de sexo y hombres atractivos teniendo sexo, en este libro no lo van a encontrar. 

Lamentablemente, el libro solo se puede conseguir en inglés. Sin embargo, se publicó en 2013, así que tal vez solo sea cuestión de tiempo :)

viernes, 10 de febrero de 2017

Yo reseño: El señor de la noche, de Tanith Lee

Autora: Tanith Lee
Año de publicación: 1986

Sinopsis:

En esos días la Tierra no era una esfera y los demonios moraban en vastas cavernas mágicas bajo la superficie. Maravillosas ciudades punteaban la Tierra, y pueblos extraños y bestias fabulosas vagaban por los desiertos y las junglas del mundo. Supremo entre esos poderosos demonios era Azhrarn, El Señor de la Noche, que desencadenaba pesadillas en la Tierra, traía el deseo y el peligro a aquellos a quienes le divertía visitar, y podía conceder maravillas y crear horrores indecibles.


El Señor de la Noche está compuesto por tres "libros" que, a su vez, están formados por pequeñas historias. Los relatos me recordaron mucho a mis amadas Las mil y una noches, tanto por el estilo narrativo como por el mundo maravilloso que introduce. Los tres libros son «Luz subterránea», «Embusteros» y «El encanto del mundo». Cada libro está dividido en dos partes y cada parte está formada por tres historias que van cronológicamente en orden.

Azhrarn es el Príncipe de los Demonios, amo y señor del Mundo Inferior y gobernante de Druhim Vanashta. Vive cómodamente en su oscuro palacio, con sus servidores, los Eshva y los Vardru, y acepta los obsequios de los Drin, demonios menores y de apariencia desagradable que fabrican joyas y adornos.

Como explicita este párrafo, Azhrarn es bisexual:

[Azhrarn] Se hallaba en alguna diversión o juego del Mundo Inferior, algo que le había apartado del mundo durante un año o dos, cuatrocientos años de los mortales o más. Se trataba de algún bello muchacho, alguna mujer fabulosa, otro Sivesh, otra Zorayas, o alguien que había creado para él mismo...


Azhrarn ama la maldad y se divierte bajando al mundo humano a sembrar en él la semilla del odio, el rencor y la tragedia. Sin embargo, Azhrarn ama la belleza quizá más que la maldad y eso, a lo largo de todos los relatos, lo lleva a tomar decisiones un tanto desacertadas para el Príncipe de los Demonios.

Una noche, Azhrarn, el Príncipe de los Demonios, uno de los Señores de la Oscuridad, adoptó para divertirse la forma de una gran águila negra. Voló hacia el este y el oeste, batiendo sus vastas alas, hacia el norte y el sur, hacia las cuatro esquinas del mundo, pues en esos días la tierra era plana y flotaba sobre el océano del caos.


El primer libro, «Luz subterránea», tiene como protagonista a Azhrarn y a Sivesh, un hermoso joven humano que el demonio rescata de la muerte cuando era tan solo un bebé recién nacido. Azhrarn, profundamente maravillado por la hermosura del chico, lo deja al cuidado de sus doncellas Eshva y, cuando crece lo hace su amante:

...Azhrarn sopesó una vez más la adulta y virginal belleza de su invitado, acariciando el cuerpo de marfil, y peinando con los dedos la cabellera ambarina que había adorado. El joven yacía aturdido por el éxtasis bajo el contacto del Demonio.


En este libro aparece Kazir, un joven ciego capaz de curar a las personas, quien se enfrentará a Azhrarn para ir en busca de su amada y profetizará lo que el demonio tanto teme.

El segundo libro, «Embusteros», cuenta la historia de Zorayas, la última hija de un poderoso rey que sobrevivió a la masacre y que creció en las montañas, junto a un anciano ermitaño. La desafortunada y poco agraciada Zorayas, luego de enterarse de quién fue su padre, decide alzarse contra los hombres que la han humillado y gracias a la magia de Azhrarn, se convierte en una mujer de deslumbrante belleza y terrible maldad.

«El encanto del mundo» narra la vida de dos jóvenes, Shezael y Drezaem, quienes poseen solo la mitad de un alma que el malvado Azhrarn dividió para vengarse de una mujer que no sucumbió a sus encantos. Shezael, muda y taciturna, solo posee la parte femenina; y Drezaem, violento y desequilibrado, la parte masculina. En este relato se retoma parte del primer libro, la profecía del ciego Kazir.

La narración es mágica y poética. Te sentís transportado al Mundo Inferior y al mundo de los humanos por donde se pasea Azhrarn haciendo de las suyas. Los relatos están cargados de referencias mitológicas; hay influencias judeo-cristianas, como el árbol del bien y del mal, el personaje de la serpiente-demonio, la inmaculada concepción; egipcias, como el mito de Isis y Osiris, en las últimas páginas; y griegas, como el mito de Eurídice y Orfeo, y su descenso al inframundo. Al igual que en Las mil y una noches, los personajes son reyes, ermitaños, ancianos sabios, trovadores, bellas doncellas, muchachos hermosos, hechiceros y objetos encantados.

Realmente, es un libro maravilloso que me atrevo a recomendarle a todo aquel que haya disfrutado de Las mil y una noches.