viernes, 8 de febrero de 2019

Yo reseño: Bajar es lo peor, de Mariana Enríquez


Título: Bajar es lo peor
Autor: Mariana Enriquez
Editorial: Espasa Calpe
Año: 1995
ISBN: 950-852-089-23

Texto de contraportada:


—¿Cómo vamos a ir caminando tan cargados de droga,Val? Sos tonto o qué.
Narval no contestó; el tiro de merca le había endurecido las mandíbulas. Pero besó apasionadamente a Facundo en la boca, mientras él, divertido, observaba de reojo cómo los espiaba el taxista por el espejo. A Facundo le encantaba que Narval lo besara en público sin importarle nada; podía besarlo delante de un batallón, no tenía inhibiciones.








Todos se enamoran de Facundo, pero él no ama a nadie. Perturbadoramente hermoso, este misterioso y lúgubre personaje nos arrastra a través de un vertiginoso laberinto de locura, drogas, sexo y la más oscura poesía.

Narval ama a Facundo, pero debe conformarse con tener sexo con él. Hasta la noche en que lo conoció en un boliche gay del centro, una de sus tantas noches ahogadas en alcohol y drogas, Narval no se había fijado jamás en un hombre. ¿Es real ese joven alto y pálido, de pelo negro y ojos grises que es mucho más hermoso que cualquier mujer? ¿O es solo otra alucinación causada por las drogas que Narval consume constantemente? Perdidamente adicto, Narval pasa con Facundo noches de sexo, cigarrillos y cocaína comprada al Negro, su dealer habitual.

Narval vio sus dientes blancos, la piel húmeda, el pelo pegado a la cara, la ropa negra que se ajustaba al cuerpo, y lo arrinconó contra la pared, tomándolo furiosamente de la cintura, diciendo casi con odio: "sos el hijo de puta más hermoso que vi en mi vida". (p. 27).


Luis Armendáriz ama a Facundo, pero debe conformarse con tener sexo con él. Adinerado y padre de familia, Armendáriz es quien provee a Facundo del dinero que usa para vivir y quien paga los gastos del departamento donde vive.

Carolina ama (¿o amaba?) a Facundo, pero debió conformarse con tener sexo con él. Horrorizada al enterarse de que su novio se acostaba con hombres (y algunas mujeres) por dinero, le pidió que la llevara con él para comprobar con sus propios ojos lo que ya sabía: Facundo es un ser frío que aparenta no tener sentimientos y en medio del sexo no es más que un personaje que lleva a cabo un papel, sin importar quien sea su amante.

Pero Facundo, a pesar de lo que los demás vean en él, es un torbellino de sentimientos confusos: lo abruma la soledad y, por sobre todas las cosas, lo atormentan el miedo y los recuerdos de su madre desequilibrada —para quien era un ser desagradable e indeseable— y de Lautaro, el hombre que lo rescató de la calle y le dio un hogar en el boliche de La Diabla.

Bajar es lo peor es una desgarradora novela que retrata en detalle la vida que llevan algunos jóvenes que se dedican a la prostitución. Atrapados por las adicciones y sus demonios personales, no logran ver más alla del presente y el futuro se les aparece como un fantasma oscuro y aterrador. Los días de Narval y Facundo son todos iguales: marihuana, picos, rayas de cocaína, cerveza, cigarrillos y sexo. En este ir y venir por las calles de Buenos Aires —el subte C, La torre de los ingleses en Retiro, el Riachuelo— los personajes deambulan por su propio infierno privado, en una búsqueda inútil de algo que les dé sentido a sus vidas.

Me encantan este tipo de historias. Esta novela me recordó mucho a Menfis, mi primera novela publicada, por el contraste real-fantasía de las escenas de los "viajes". Narval tiene alucinaciones: el hombre que tiene agujeros en vez de ojos, el hombre de las arañas y una mujer zombie lo siguen allá a donde vaya... y en algunas ocasiones tienen sexo con él. Es muy interesante este aspecto de la narración, porque al principio de la novela, cuando todavía no había aparecido Facundo, yo pensé que Narval 1) padecía algún tipo de esquizofrenia o 2) sus alucinaciones son causadas por las drogas. Quizá estas dos hipótesis no sean excluyentes, porque muchas personas que padecen enfermedades mentales y no reciben atención médica profesional caen en las adicciones para intentar ahogar su enfermedad.

Pero cuando apareció Facundo, este personaje magnético, brutalmente hermoso y casi diría, mágico, se sumó una tercera (o segunda hipótesis): las alucinaciones son causadas por la influencia de Facundo. Como sea, las novelas admiten muchas lecturas y ninguna es más "correcta" que otra. Solo quería comentar eso; me fascinan estas novelas tan góticas, oscuras, que nos arrastran hasta lo más bajo, lo prohibido y lo patético.

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